A veces también apetecen sabores tradicionales, de los de toda la vida vamos, y las galletas de mantequilla son una buena opción. Son muy fáciles de hacer y sólo por ese olor tan... mmmmmhh... que impregna la cocina vale la pena hacerlas.
Asà que hoy he decidido compartir esta receta que he ido modificando a mi gusto porque creo que el resultado final queda riquÃsimo. Son unas galletas para nada compactas y duras, no dejan de ser galletas pero con un punto tierno y esponjoso.